10.8.10

Bolsa de libros

Bolsa de biblioteca

Hace unos años, mis bibliotecarias favoritas Lía y Alcheme me dijeron algo que me sorprendió en su momento: Que era buena idea llevar a los niños a la biblioteca desde pequeños. A mí siempre me han encantado las bibliotecas, perderme horas entre libros, buscando algo interesante, hojeando, husmeando... Pero nunca se me habría ocurrido llevar a mis niños a la biblioteca hasta que hubieran tenido al menos diez años. Ni siquiera se me había ocurrido que hubiera libros infantiles en las bibliotecas.

Pero como yo me fio mucho de estas dos bibliotecarias, me pareció una idea sorprendente pero interesante. Aunque la primera vez que fuimos no tuvo ningún éxito. Reconozco que el momento elegido no fue apropiado. Sara tenía apenas unos meses y Migue tres años. Sara empezó a llorar en la biblioteca y Migue no paró de gritar en todo el rato. Así que la experiencia se pospuso.

A principios de verano descubrí la biblioteca de mi pueblo. Es una biblioteca muy pequeñita, pero con una gran cantidad y variedad de libros infantiles y juveniles. El bibliotecario es muy amable y da gusto de ir por allí. Nos hicimos el carnet y cada quince días aproximadamente, vamos a cambiar los libros. También nos sentamos allí a leer unos libros que a migue le encantan que no se prestan.

El primer día nos regalaron una bolsa para llevar los libros. Es una bolsa-mochila que Migue se apropió en cuanto la vio. El primer día hubo que hacer turnos para que no se pelearan en el camino a casa. Como sólo teníamos una, había que buscar otra para Sara. Y como tenía un retal de lunaritos, pues casi en cuanto llegué la corté y la dejé preparada.

La idea original era hacer una bolsa simple, con unas cuerdas que sirvieran tanto para cerrarla como para colgársela en la espalda. Pero claro, una vez que una empieza... Pensé que sería útil que tuviera un bolsillo para llevar el carnet... y claro, un bolsillo hay que decorarlo. Qué menos que ponerle el nombre... Y si es una bolsa de libros... pues hay que ponerle un libro...

En fin, que siempre me pasa lo mismo, me lio, me lio y tardo el doble del tiempo que pensaba en terminar cualquier cosita. El libro del bolsillo tiene bordado "Cenicienta" en la portada por que es su cuento favorito. También tiene puntadas en las hojas como si fueran palabras y va cogido con una goma, para que no vayan las hojas dando saltos.

Después de tanto trabajo, cuando Sara la vio lo primero que dijo fue: "Pues yo la quería rosa", pero al final le gustó y se pasó la tarde con ella colgada de la espalda. Espero que la próxima vez que vayamos a la biblioteca no quiera llevar una vieja bolsa de tela que le apañé mientras le terminaba esta. Que somos unos animales de costumbres.

2 comentarios:

Isa dijo...

Te ha quedado preciosa.

Nosotros vamos de vez en cuando a la biblioteca, aunque prefiero ir sola con el mayor porque la peque se aburre en seguida. Estamos un rato mirando cuentos y después elegimos cuáles cogeremos en préstamo, los cuales leemos varias veces en casa.

Lía dijo...

Como bibliotecaria uno de los grandes placeres es ver a los niños disfrutar en una biblioteca, (desgraciadamente no es mi caso porque en la mía no hay material infantil) entre otras cosas para que no terminen asociando los libros con los deberes o el colegio que eso si que es triste.
Como lectora voraz desde pequeña todavía estoy en fase de "perdonar" a mis padres porque nunca se les ocurrió llevarme a una...menos mal que en la casa de la abuela había libros para aburrir (8 hijos!) y durante años fué mi biblioteca particular ;)
Y ya ir a la biblio con una bolsa así de chula tiene que ser lo más, suertudos tus niños!! ;P